sábado, 29 de marzo de 2008

limbo

Un cuerpo pendiendo de la cuerda como estatua de carne; del cuello partido cuelga la cabeza con rulos duros de tintura y laca. Telaraña de venas que se engrosa en las manos abiertas; uñas nacaradas. Las chinelas, a punto de caer de los pies atados a los tobillos por un nudo de tendones amarillentos. A través de la bata blanca y transparente, puede verse la silueta abandonada al propio peso. La piel como membrana contiene la sangre espesada que comienza a dibujar nubes violetas. El corazón es una pasa de uva, la lengua también está seca. Rostro entumecido y desorbitado. Gesto de sorpresa, dolor y placer, todo mezclado.
Amanecer. La luz se filtra por hendijas de persiana baja. Alguna brisa mueve las cortinas como apariciones fantasmales, azuladas. Paisaje doméstico de volúmenes en sombra: Muebles, parquet y adornos varios, o fauna de living todavía dormida.
La mirilla atraviesa la puerta, del otro lado, 2º “A” en bronce y un ojo que mira.
El cúmulo de huesos, carne y tela cae al piso. ADELA impacta en el parquet sin anteponer los brazos. De la ceja abierta brota una gota de sangre haciendo una aureola. Los ojos fosforescentes buscan la marca roja. Casi como un reflejo saca la franela y limpia la madera.